Por si hay algún despistado, estamos a punto de ver unos nuevos Juegos Olímpicos (en Río de Janeiro por si el despiste es doble). Para dar más leña histórica, también se conmemora los 80º aniversarios de los Juegos de Berlín con el gran Jesse Owens y de la Olimpiada Popular en Barcelona.
Bueno, voy a poner un poco de perspectiva histórica y os voy a hablar de cinco factores curiosos sobre las competiciones deportivas en la Grecia Antigua que al fin y al cabo fue la madre del cordero hasta que al barón Pierre de Coubertin le dio por recuperar el invento en 1896.

1. ¿Juegos Olímpicos y Olimpiada es lo mismo?: Hoy en día prácticamente son prácticamente dos términos sinónimos pero en la Antigüedad conviene diferenciarlos. La Olimpiada era una unidad de tiempo que englobaba cuatro años, el período que transcurría entre unos Juegos Olímpicos y otros. Comenzaron a disputarse en el 776 a.C. y siguieron cuando Grecia cayó bajo dominio romano. La última edición en la Antigüedad fue en el 393 d.C. cuando el emperador Teodosio consideró que no eran una cuestión muy cristiana y los prohibió.

2. ¿Eran la única competición deportiva en la antigua Grecia? No. De hecho, los Juegos Olímpicos eran una de las cuatro competiciones que componían los Juegos Panhelénicos y que se distribuían a lo largo de una Olimpiada (el período de cuatro años que os mencionaba antes). Así pues, tenemos los mencionados Juegos Olímpicos cuya sede era la polis de Olimpia y estaban consagrados a Zeus. En importancia le seguían los Juegos Pitios que se albergaban en el santuario al dios Apolo (a quien estaban dedicados) en Delfos, y también se celebraban cada cuatro años, pero dos años después de cada cita Olímpica.
Luego estaban los Juegos Nemeos cuya organización recayó al principio en Clenoa, y más tarde pasó a Argos en el Peloponeso. El mito decía que fue el propio Heracles quien los instauró en honor a su padre, Zeus. Los cuartos en discordia eran los Juegos Ístmicos cuya sede era Corinto, y estaban dedicados a Poseidón, el dios de los mares. Ambos se organizaban en el segundo y cuarto año de una Olimpiada pero en distintos meses.

3. ¿Qué competiciones se disputaban en los Juegos Olímpicos? Las principales competiciones eran las carreras de caballos, de carros, diversas modalidades de lucha, carreras a pie de varios tipos y la pentathlon. Esta última englobaba la lucha (pankatrion), el salto de longitud, lanzamiento de disco, de jabalina y el stadion una carrera de entre 180 y 200 metros (según calculemos las medidas antiguas).
Otras carreras incluían el doble stadion, la carrera con armas (hoplitodromos). Luego cada juego tenía sus propias competiciones. Por ejemplo, en los Ístmicos también incluían pruebas musicales y poéticas, en los Pitios se introdujeron representaciones teatrales ya en época romana. A partir del siglo VI a.C. se generalizaron las competiciones artísticas en las diferentes citas de los Juegos Panhelénicos.
En cualquier caso, las competiciones eran un reflejo del culto al héroe en las creencias religiosas de las polis, y también tenían tanta vinculación con el mundo militar.

4. ¿También ganaban medallas? En la Antigüedad no habían medallas de oro, plata y bronce (y mucho menos diplomas). Aquí el reconocimiento venía en forma de coronas. En el caso de los Juegos Olímpicos, los ganadores recibían una corona de los olivos, kotino, que crecían cerca del templo de Zeus en Olimpia. La corona de laurel era de los juegos Pitios, ya que era la planta vinculada al mito de Apolo y Dafne.
En las otras citas panhelénicas, la corona de apio era el premio en los juegos Nemeos, aquí se vinculaba con el origen de los reyes del lugar. Mientras que en el caso de los Ístmicos se hacía con pino (aunque hubo un tiempo que también se utilizó apio), ya que eran los árboles que crecían en las inmediaciones del santuario en Corintio.

5. ¿Qué era la tregua olímpica? Tradicionalmente se ha dicho que mientras se disputaban unos Juegos Olímpicos, las polis no guerreaban entre ellas. Eso es falso, nunca se suspendieron las hostilidades, y el mito de las polis dejando las armas es una percepción moderna. Lo que sí que es cierto es que se estableció el pacto de que los atletas y espectadores que viajaban a la competición, podrían hacerlo libremente, ya que se les consideraba que estaban bajo la protección de Zeus.
El Comité Olímpico Internacional y Naciones Unidas han intentado revitalizar este mito de la tregua olímpica en época moderna. En 1992 en el marco de la Guerra de Bosnia, el COI hizo un llamamiento a los participantes a cumplir el cese de hostilidades durante los Juegos de Barcelona, aunque con nulo éxito. Un años después, la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución 48/11 que también hablaba de la suspensión de las acciones bélicas. Una medida más de cara a la galería de este organismo.