
Esta semana toca un poco de series. Aprovechó que este 2016 ha vuelto Expediente X (X-Files), un clásico de estos productos televisivos, para hablar de algunas de sus referencias históricas. Me centro en unos de mis personajes favoritos, un pilar de la mitología de la serie como es El Fumador. El capítulo séptimo de la cuarta temporada se centra en su historia, mostrándonos a alguien que ha estado implicado en grandes conspiraciones como el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, el de Martin Luther King y que ha llegado a nuestros días participando del siniestro plan con los alienígenas. Pues esta trayectoria está inspirada en alguien real: E. Howard Hunt. Así lo explican Matt Hurwitz y Chris Knowles en The Complete X-Files (una especie de biblia de la serie).
Evidentemente, en la hoja de servicios de Hunt no hay rastro de encubrimiento de la presencia extraterrestre. Pero no necesita de estos elementos fantasiosos para ser interesante. Ingresó en la CIA en 1949, dentro de la División de Actividades Especiales. Con ese nombre, esa sección de la inteligencia estadounidense no organizaba precisamente excursiones al campo. Muy pronto, nuestro Fumador de la vida real se vio implicado en operaciones como el derrocamiento del presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz.

Pero su primera gran operación, digna de un maestro de la conspiración, fue organizar el desembarco de Bahía de Cochinos, el intento fallido de derrocar a Fidel Castro. Operación donde trabajó estrechamente con el director de la CIA, Allen Foster Dulles. Con todo, este fracaso daño su carrera en la Agencia. Hunt siempre culpó a John Fitzgerald Kennedy de no haber puesto toda la carne en el asador para derrocar al régimen cubano.
En teoría abandonó la CIA en 1970, para trabajar en la Robert Mullen Company que colaboraba con el Partido Republicano. En 1978, Bob Haldeman, jefe de gabinete del presidente Nixon, reconoció que esa empresa actuaba como tapadera para acciones encubiertas de la Agencia.

En cualquier caso, Hunt trabajó para la Administración Nixon, siendo uno de sus ‘fontaneros’: los agentes encargados de eliminar filtraciones sobre casos comprometidos como los Papeles del Pentágono o el mismísimo Watergate. Nuestro agente fue una de las cinco personas detenidas en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata el 17 de junio de 1972, Por si hay algún despistado, este fue el hecho que desencadenó el escándalo que acabó con la presidencia de Richard Nixon.
Hunt pasó 33 meses en prisión por su implicación en el Watergate, y no le sentó bien que Nixon se fuera sin más consecuencias que la dimisión. Pero este espía también habría estado implicado en la madre de todas las conspiraciones: el asesinato de JFK. Concretamente, sería uno de los famosos tres mendigos, unos personajes que fueron arrestados por la policía de un lugar cercano a los hechos, la plaza Dealey, y que estarían implicados en el crimen, pero nunca más se supo de ellos.

Según algunos investigadores, Hunt era uno de estos tres mendigos. De hecho, otro, Frank Sturgis, también le acompañaba la noche que fue arrestado dando comienzo al caso Watergate. Los defensores de su implicación exhiben unas fotografías de estos tres personajes, y donde se apreciaría cierto parecido con los agentes de la CIA. Vamos que sería la prueba de la implicación de este organismo de inteligencia en el asesinato de Kennedy.
La Comisión Rockefeller, encargada de investigar las actividades de la CIA dentro de EEUU, desestimó en 1975 que Hunt fuera uno de los tres mendigos. El asunto aún estaba coleando en los 90, también se le acusó de estar implicado en una carta de Oswald a nuestro amigo, pero se consideró un fraude fraguado por el KGB. Sobre la misiva, como elemento destacado de una buena conspiración, parece que ni se ha podido confirmar ni desmentir que fuera un montaje de los soviéticos. También aparecieron informaciones que confirmarían su presencia en Dallas el día del asesinado de Kennedy.

Hunt falleció en 2007. Nunca pudo desligarse de su implicación en la conspiración de JFK. Incluso sus hijos, Howard Saint John y David, dijo que en su lecho de muerte había responsabilizado a Lyndon B. Johnson de ser el cerebro del asesinato de Kennedy. En Rolling Stone hablaron de la existencia de grabaciones y documentos, pero el resto de la familia criticó a estos dos vástagos por querer sacar beneficio económico, y cuestionaron la veracidad de sus afirmaciones. En fin, la verdad está ahí fuera.
Un último paralelismo con el Fumador es que ambos son apasionados escritores. Hunt tuvo más éxito, en especial durante los años 40, antes de entrar en la CIA. Publicó novelas de espionaje con cierta popularidad en su momento, y algunas las escribió con pseudónimos como Gordon Davis, Robert Dietrich o David St. John. Warner Bros. le compró los derechos de una de ellas, Bimini Rum, antes de que entrara en la CIA en 1949.
Curioso post. Si no recuerdo mal el vicepresidente de Kennedy era Johnson, por tanto, el asesinato de JFK le beneficiaba directamente. Y no creo que un moribundo tenga necesidad de mentir. Además el partido demócrata no se fiaba de Kennedy y por eso le obligaron a poner a Johnson de vicepresidente, para tener el beneplácito del partido.
Sobre las fotos…los parecidos son dudosos y creo que alguien inteligente como nuestro «fumador» no estaría en el lugar del crimen, aunque fuera disfrazado de mendigo.
Y la pregunta que no nos has revelado…
..¿fumaba Howard Hunt?
Yo tampoco le veo mucho parecido, aunque ha sido motivo de largos debates entre los analistas de la conspiración. Pero otra cosa es que Hunt estuviera en Dallas el día del asesinato. Con lo que dice de Johnson estoy muy de acuerdo. Sobre si fumaba o no… La verdad está en este link: http://www.gettyimages.es/detail/fotograf%C3%ADa-de-noticias/portrait-of-american-intelligence-officer-and-fotograf%C3%ADa-de-noticias/571484847