Ahora que todos estamos pendiente de cómo evoluciona la crisis en Ucrania y de qué posición acaban tomando actores como Rusia, EEUU y la UE, conviene repasar cual es la visión que Moscú ha tenido y tiene de este país como parte de su política exterior.
En este post, me centraré en el peso de la Historia en la geopolítica de Rusia, así de paso mezclo dos de los principales ejes temáticos de este blog. En primer lugar, quiero recordar que Ucrania entra lo que el Kremlin denomina su near abroad, o lo que es lo mismo, su esfera de influencia donde se encuentran sus intereses vitales. Así considera Moscú a buena parte de las ex repúblicas soviéticas que se independizaron en 1991.
Para ir concretando, en Ucrania, el Kremlin también se juega buena parte de su capacidad para proyectar su poder fuera de sus fronteras. Algo a lo que aspira toda potencia. Brzenzinski apuntó en el Gran tablero mundial que si Rusia mantenía el control de Ucrania podría mantener su influencia como gran potencia euroasiática, y quedaría encerrada hacia sus antiguos territorios asiáticos.
Uno de los puntos de fricción en esta crisis está siendo la península de Crimea. Este territorio fue anexionado a Rusia en 1783, tras una guerra con el Imperio Otomano. Nikita Khrushchev (ucraniano) la cedió a Ucrania en 1954, aunque su población sigue siendo mayoritariamente rusa. Por estas afinidades étnicas y por ser un punto geopolíticamente de interés, Rusia siempre ha estado muy pendiente de lo que allí sucedía, y no ha renunciado a ejercer algún tipo de influencia o control.

Desde finales del siglo XVIII, Rusia convirtió Crimea en un punto importante para proyectar su fuerza. Pronto convirtió Sebastopol en la base de su Flota en el Mar Negro. Esta escuadra siempre ha sido de una gran importancia y motivo de orgullo para el Kremlin desde su creación por el príncipe Potemkin en 1783.
Tras la independencia de Ucrania en 1991, y tras una serie de tensiones con el nuevo estado, Rusia consiguió retener el control de la flota y de la base de Sebastopol. Recientemente, el gobierno de Yanukovich extendió la cesión de estas instalaciones hasta 2042. La presencia de esta escuadra incomoda profundamente a los nacionalistas ucranianos, algo a tener en cuenta si los incidentes en Crimea van en aumento.

El mantenimiento del control sobre la Flota del Mar Negro y la base de Sebastopol son recuerdos para Rusia de su glorioso pasado imperial. Pero también son importantes bazas geoestratégicas. La presencia de estos activos militares son una garantía para que Ucrania no entré en la OTAN. Además, Crimea tiene una excelente posición estratégica para proyectar el poder en los Balcanes, Oriente Medio y el Mediterráneo Oriental.
Rusia ha apostado fuerte por su Flota en el Mar Negro (ha anunciado una importante modernización), es un activo para mantener su estatus de gran potencia. Por extensión, tampoco renunciará a la influencia en Crimea, y si aumentamos el zoom, lo mismo puede decirse de que desconfía profundamente de una Ucrania cercana a Occidente.
Putin seguro que se puede imponer a corto plazo, pero a largo plazo se gana un monton de enemigos y desconfianza alrededor de sus fronteras.
Gracias por el comentario. El Kremlin corre ese riesgo, ya hay inquietud en otras ex repúblicas con abundante población rusa, como por ejemplo Kazjistán.
La actitud desafiante de Rusia hace años que se viene mascando y por lo tanto no es sorprendente la materialización de estas amenazas, nadie puede mostrarse atónito por estos hechos recientes. Los medios oficiles rusos en Internet, férreamente controlados por el Kremlin, hace tiempo que vienen aireando una actitud belicista y anti-occidental; las noticias sobre el armamento ruso y su modernización ocupan un lugar destacado, en especial las que se refieren a Rusia como potencia nuclear. Putin es una auténtica amenaza para la paz mundial, discrepo de aquellos que lo califican como un gobernante imprevisible porque se viene anunciando desde tiempo atrás y no hemos querido verlo ya que la alternativa sería enfrentarse. Me atrevería a afirmar que inspira temor entre los gobernantes europeos. El riesgo del conflicto actual en Ucrania es enorme porque este siniestro personaje tiene muy claro que una confrontación militar con armamento convencional rápidamente se convertiría en nuclear debido a la desventaja rusa frente a la OTAN, y así lo ha anunciado en más de una ocasión. Que nadie se lleve a engaño.
Gracias por tu reflexión. Esperemos que pese al aumento de la tensión, el fantasma de un enfrentamiento nuclear no se materialice, sería ir demasiado lejos, incluso para Putin.