Revolución. Sin duda, es la palabra para definir este 2011. Empezó con el estallido en Túnez y ha surgido por todo el planeta. En algunos puntos con extrema virulencia como Siria o Libia, en otros lugares son movimientos contestatarios con el capitalismo (15-M, Occupy Wall Street) y alguno nos tiene expectante sobre su evolución (Rusia).
Al igual que en la anterior década, este año ha marcado unas tendencias que pueden dibujar el panorama para los próximos años. En 2001 fueron los atentados del 11-S, que demostraron comola Hiperpotenciaera vulnerable a un pequeño grupo de fanáticos. Ahora se está despejando las incógnitas que se nos empezaron a plantear a finales del siglo XX y principios del XXI. En 2011 es más complicado quedarse con un solo acontecimiento. Geopolíticamente hablando vamos a ver si puedo lanzar un poco de luz y comento lo que más me ha llamado la atención:
Las revoluciones: todas comenzaron como la esperada democratización de los árabes. Un error de nuestros días es esperar cambios y resultados inmediatos. Se ha apreciado un poco en Túnez, pero donde está claro es en Egipto. La democracia no brota así como así. En el país del Nilo, en Siria y en Yemen aún queda un camino largo. Si finalmente estos procesos se consolidan me llama la atención dos cosas:
- ¿Como justificará su diplomacia agresiva Israel? Hasta ahora se justificaba diciendo que era la única democracia en la zona?.
- ¿Habrá una segunda ronda de revueltas en las monarquías árabes, cuando vean que sus vecinos se han democratizado?
El soft power de China: aunque muchos se esfuerzan por mantener la sensación de “peligro amarillo” (hablando de sus programas armamentísticos o de provocaciones armadas a sus vecinos en el mar de China), Beijing ha apostado por su papel de banquero del mundo, y en especial para la debilitada Eurozona. Los propios europeos han buscado y espera con ahínco las inversiones del Reino del Centro.
Se confirma el cambio de estrategia de EEUU: Barack Obama ha confirmado el cambio de estrategia que apuntaba desde su llegada a la Casa Blanca. Las grandes operaciones militares llegan a su fin: se culmina la retirada de Irak y se apunta la de Afganistán para 2014. El presidente podrá decir que el gran éxito en la Guerra contra el Terror (la muerte de Bin Laden) ha sido llevado a cabo por un escuadrón de SEALS y en un país “amigo” como Pakistán. También ha intensificado los ataques con drones.
¿Es una nueva estrategia o debilidad? Quizá en el término medio está la respuesta. EEUU no puede mantener grandes despliegues, son una sangría económica y si lo hace unilateralmente (o prácticamente como en Irak) su imagen mundial se erosiona enormemente. Llevamos poco tiempo, pero Washington también se juega su prestigio a la hora de ver cómo deja el país. En Irak se apunta a un resurgir de la violencia sectaria, y en Afganistán hay enormes dudas de que el gobierno de Karzai pueda aguantar la embestida de los talibanes sinla OTAN.
La agonía europea: los europeos hemos vivido constantemente con la Espada de Damocles de la crisis del euro durante todo este 2011. Hasta ahora, la fortaleza económica europea se daba por supuesta, y los debates eran cómo proyectar este factor en la política exterior: hablar con una sola voz en el mundo, crear una política de seguridad común… Ahora,la UE también puede ser un enano económico, superada por las BRIC’s que piden paso, y por un EEUU que puede aguantar mejor el duro golpe de la crisis.
Los nuevos actores piden paso: Brasil se ha destapado a ojos de todo el mundo como la gran potencia emergente de América Latina, y recupera la aspiración de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Turquía ha demostrado un pujante liderazgo en Oriente Medio, y puede ser un modelo para las nacientes democracias en los países árabes; sólo hay que ver la triunfante gira de Erdogan por estos estados.
Los viejos conflictos de Oriente Medio: en esta última parte del año el tema han sido las tensiones entre Israel y Estados Unidos contra Irán, y que aquí hemos tratado ampliamente. Visto lo que ha sucedido esta semana puede ser el tema caliente en la entrada de 2012. Tampoco hay que olvidar a la nueva Al-Qaeda, debilitada, ya antes de la muerte de Bin Laden, quizá ya no tenga la capacidad de un macroatentado como los del 11-S pero puede desestabilizar a regímenes débiles como un Yemen desgarrado por los enfrentamientos civiles o los estados del Sahel.