Este blog comenzó analizando el repliegue de EEUU en Irak y ahora se culmina el proceso con la retirada de las últimas fuerzas. El 15 de diciembre de 2011 vimos como los militares arriaban solemnemente la bandera. El presidente Obama ha intentado mostrar esta salida como un éxito de la política internacional, ahora que ya suenan lejanos aquellos ecos del «No a la guerra!» de 2003. La verdad es que han quedado muchos claroscuros. Ahí lanzo unas cuantas reflexiones:
– Irak es una democracia, pero lejos del vergel que vendió en su momentola Administración Bush. No ha servido para irradiar a la región como un polo de libertad, y han sido más importantes los movimientos que ha generado la primavera árabe, espontáneos y por causas endógenas de cada estado. Además sobre el país aún pesa la división religiosa (chiítas-suníes), y las tensiones separatistas en el Kurdistán.
– Han muerto más de 100.000 iraquíes y unos 4.500 soldados de la Coalición –principalmente estadounidenses-. Este ha sido el coste humano. Durante mucho tiempo, la cifra de civiles muertos parecía un secreto o algo difícil de seguir. Wikileaks vino a demostrar que el Pentágono llevaba un registro muy detallado. Además la sangría ha llegado a las arcas de EEUU, que ha pagado unos 800.000 millones de dólares por el esfuerzo bélico de estos 9 años.
– El petróleo. Curiosamente las empresas de EEUU no han sido las más beneficiadas por la última ronda de concesiones (se han hecho 2 desde la invasión). Las empresas rusas, chinas y francesas (las grandes opositoras de las guerra) han sido las más beneficiadas. Aún y así, Exxon ha firmado un acuerdo con el gobierno autónomo del Kurdistán, aunque lo ha tenido que reconsiderar por el enfado del gobierno de Bagdad. Además, Halliburton está presente en uno de los campos petrolíferos más importantes del país. La batalla por el crudo sigue.
– Irán es más fuerte. La invasión y la guerra han dejado a Iraq fuera de combate como potencia regional en el Golfo Pérsico. Un hueco que ha sabido ocupar Teherán para tener mayor ascendencia en la región, en especial sobre las comunidades chiítas (mayoritarias en Iraq).
– La imagen y liderazgo de EEUU en la región ha quedado muy tocado. Es difícil que Washington se atreva a actuar de aquella manera, con tan poco apoyo internacional. Malas cartas para la otrora potencia internacional. La visita de Maliki esta semana ha mostrado una gran frialdad en el trato conla Administración Obama.Por su parte, el presidente de EEUU ha defendido que no son como los antiguos imperios, que no fueron a Mesopotamia por petróleo.
– Pese a ser la hiperpotencia militar del planeta, EEUU tiene problemas para someter a un enemigo que utiliza tácticas de guerra asimétrica (tendremos que hablar un día detenidamente de esto). Pese a su elevado presupuesto militar los grupos insurgentes pudieron poner en jaque a sus fuerzas. Algo parecido se ha visto en Afganistán.