Viaje a Normandía (2ª parte) Los escenarios del Desembarco: las playas y las baterías de costa

Cuando uno viaja a Normandía y pese a lo que ha leído y le han contando, siempre se pregunta exactamente en qué estado se va a encontrar los lugares exactos donde tuvieron lugar las batallas de la Operación Overlord. ¿Serán un parque temático gigante? ¿quedará un rastro cutre? 

Playa de Utah
La verdad es que lo que vi nos sorprendió gratamente en su mayoría. Primero de todo están las playas. En especial l las americanas: Utah y Omaha. La primera es la que digamos está mejor preparada para una visita turística. Al ladito mismo está el museo que os hablé en un post anterior. Me sorprendió que era una playa enorme, y no cuesta imaginar que con esa amplitud de terreno fuera un punto excelente para organizar un desembarco. Aquí la resistencia alemana fue débil en el Día-D, y pronto pudieron avanzar hacia el interior (donde todo se complicó más).
Omaha no ofrecía tanta amplitud (más que nada por la comparación con la anterior, tampoco es que sea una playa enana como podéis ver en la foto). Aunque el entorno está más profanado. Las casitas de veraneo llegan a la misma arena, con lo cual te distorsionan la imagen de búnkers y otras defensas alemanas que convirtieron aquellas arenas en un matadero para los soldados de EEUU (los bombardeos habían fallado, y las posiciones alemanas no habían sido “ablandadas”, así como algún error de la inteligencia militar de EEUU). 

Playa de Omaha

Ha quedado como un entorno idílico donde cuesta imaginarse que los soldados de la divisiones 1ª (la mítica Big Red One) -asaltó la zona este- y la 29ª -encargada de tomar el extremo occidental- y los rangers pagaron un alto precio -más de 1.000 muertos en un sólo día- por poder avanzar sobre las posiciones alemanas.

Las playas británicas las visitamos algo más apresurados, aunque no suelen tener el show business de las americanas, y supongo que los franceses tampoco harán muchos esfuerzos por resaltar las glorias militares de los ingleses. La que más destaca es Juno, donde desembarcaron las tropas canadienses y donde puso pie en tierra gala el mariscal De Gaulle. También en ellas se puede ver el comentado museo de la Muralla Atlántica.
Batería de Azeville
Las baterías alemanas son verdaderamente espectaculares. La verdad que cada una te aporta algo diferente a la anterior, aunque pueda parecer que estés viendo lo mismo. Por ejemplo, la batería de Azeville te descubre el funcionamiento de una posición fortificada subterránea. Recorres el subsuelo por los pasadizos que habían excavado los alemanes sin dejar ni un solo detalle al azar: pozos de agua, sistema de ventilación para desalojar gases tóxicos de la artillería, comedores, camuflaje para engañar a la aviación… Impresiona bastante el impacto en una de las casamatas del disparo de unos de los barcos estadounidenses.
En Crisbeq ves un modelo completamente diferente de batería, los pasadizos no son subterráneos, sino del estilo de la típica trinchera. Además, hay reconstrucciones con maniquíes de la vida cotidiana de las tropas alemanas en la posición, juntamente con objetos de la época que se han recuperado. 
Batería de Crisbeq
Aquí descansaban las enormes piezas de 210 mm (como la que véis) y que aguantaron los fuertes bombardeos iniciales de los aliados. Sus cañones fueron un verdadero quebradero de cabeza para las posiciones en Utah Beach y los barcos en sus inmediaciones. Llegaron a hundir el destructor USS Corry. Tres acorazados estadounidenses tuvieron que poner fin a la cuestión con un intenso ataque. 
Finalmente están las baterías de Merville y Longues sur Mer. La primera fue escenario de un encarnizado combate entre paracaidistas británicos y tropas alemanas en las primeras horas del Día D. Supuestamente, los cañones eran un peligro para las playas de desembarco británcias; aunque finalmente lo que había allí eran viejos obuses. Hoy en día, resulta espectacular la reconstrucción de un asalto a uno de los puntos fortificados con el estruendo propio del combate.  También me encantó un Dakota, este es auténtico de la época y fue un regalo de Bosnia a Francia. 

Dakota en Merville

 

Longues sur Mer era una batería potente con capacidad para amenazar las playas de Omaha y Gold. Con todo, el 6 de junio de 1944 se enzarzó en un duelo artillero con barcos aliados y finalmente fue capturada sin excesivos problemas por las tropas británicas. Su principal atractivo actual es que las piezas que se ven son las originales, y no réplicas como suceden en otros lugares. 
Por supuesto, no podían faltar en este repaso las baterías de Point-du-Hoc. Aquí los Rangers estadounidenses tuvieron que escalar unos acantilados impresionantes para conquistar unas baterías entre las playas de Utah y Omaha. Como visitantes tendremos las perspectiva de los defensores alemanes y mirarnos la escalada desde la cumbre. De igual manera podremos contemplar los terribles efectos del bombardea de la flota aliada al contemplar los enormes y numerosos cráteres que se han dejado como recuerdo.

Monumento a los Rangers en Point du Hoc
Esta acción captó mi atención desde pequeño, cuando vi El Día más Largo con su escalada épica para tomar una posición vacía. Encaja en el prototipo de historia de valor desmedido que te atrae pese a que tiene una enorme dosis de locura (tipo Termópilas y estas cosas). 
Cuando ves los acantilados te impresiona y recuerdas todo aquello que has leído sobre ese día; y no puedes obviar pensar en qué debieron sentir los rangers cuando descubrieron que los alemanes habían movido los cañones hacia el interior poco antes del desembarco. 

Hasta aquí la versión más conocida. El historiador Stepehen Ambrose explicó una visión diferente  ya que considera que los Rangers tomaron la posición no sólo para eliminar los cañones sino también para bloquear la llegada de refuerzos alemanes a las playas.

5 comentarios en “Viaje a Normandía (2ª parte) Los escenarios del Desembarco: las playas y las baterías de costa

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