En el número de este mes de la revista Clío aparece mi artículo sobre Álvaro de Bazán. Este hombre está considerado como el mejor marino al servicio de Felipe II. Más allá de su amplio historial de victorias (como Malta o Lepanto), su importancia radica en cómo supo aplicar las mejoras en un cambio de época para las reglas de la guerra en el mar en el siglo XVI. Le toco vivir el paso de los barcos de remo (como las galeras propias del Mediterráneo) a las grandes naves impulsadas a vela y que dominarían los grandes océanos del planeta.