Barack Obama ha anunciado la retirada progresiva de Afganistán. Diez mil soldados para el próximo verano, 20.000 para finales de 2012. El resto, unos 70.000, lo harán en 2014. Todo al estilo de la que se produjo hace un año en Irak. Hablar de victoria parece muy arriesgado. Es cierto que Al Qaeda parece ya no tener un refugio desde donde planear atentados contra Occidente -uno de los objetivos de la misión inicial-. Pero los talibanes están cada vez más organizados, y es poco probable que el gobierno de Kabul sea capaz de asumir eficazmente la seguridad dentro de tres años.
Los aliados de la OTAN se van apuntando también a la retirada. Francia se ha puesto a rueda del anuncio de Barack Obama, y España iniciará el repliegue el año que viene. El panorama viene perfecto para desenterrar el viejo tópico de Afganistán como país indomable y vamos a ver cómo los imperios han intentado salir de ese atolladero.
Alejandro Magno se fue victorioso, sometió a las tribus de la región y continuó hacia la India. Pero allí no luchó una campaña épica como la que había hecho contra los persas. Encontró una resistencia feroz y sólo pudo doblegarla haciendo una campaña genocida. Un borrón en el historial mítico del Magno.
Los mongoles y árabes también tuvieron que emplearse a fondo y nunca pudieron considerarlo un territorio pacificado. En épocas más recientes, la peor retirada la tienen los británicos en la Primera Guerra Anglo-afgana (1839-1842), cuando 4.500 soldados de Su Graciosa Majestad fueron masacrados mientras se retiraban de Kabul (y los 12.000 civiles que les acompañaban). En esos años rusos y británicos pusieron en práctica el Gran Juego, y Afganistán era la pieza clave para llegar a la India (gran aspiración zarista), o para protegerla (en el caso del Imperio Británico).
Para ser justos, Londres también han tenido la retirada más victoriosa. Después de vencer en la segunda guerra anglo-afgana, el Imperio Británico consiguió dominar la política exterior afgana. A cambio, retiró sus tropas.
En el tercer asalto entre afganos y británicos (1919), fueron los primeros los que atacaron la frontera con India y consiguieron recuperar su independencia. Aunque Reino Unido obtuvo una victoria militar limitada, era un imperio agotado por la Primera Guerra Mundial y tuvo que aceptar perder sus antiguos privilegios.
Irónicamente la retirada de la OTAN y de EEUU puede ser calcada a la que hizo su viejo enemigo, la Unión Soviética. Tras una larga lucha (1979-1988/2001-2014), dejarán a un régimen amigo en Kabul (comunistas de Najibullah/Karzai) frente a una insurgencia determinada a conseguir la victoria (mujahideen/talibanes).