Esta semana estoy con la creatividad un poco baja y no quería repetirme con el tema Wikileaks, así que he tirado de traducción y os dejo el post que hice hace una semana para The Urban Times. Entonces estuve más inspirado y reflexioné sobre cómo la situación financiera de los países puede marcar el auge o la caída de las grandes potencias; tanto en estos tiempos como en épocas pasadas.
Históricamente, hemos observado estos procesos desde un prisma excesivamente político y militar: los imperios emergían y caían a través de la guerra y la conquista territorial. Mientras que las cuestiones económicas quedaban en un segundo plano o era vistas como una consecuencia del auge político.
Pues bien, esta visión es reduccionista. Niall Ferguson, historiador de la Universidad de Harvard, ha estudiado como la deuda nacional ha sido un factor clave en las cuestiones geopolíticas. Sus teorías pueden servir para entender el auge de China y el declive de Estados Unidos en este siglo.
Ferguson compara la situación actual -alta deuda pública estadounidense en manos chinas y el peso de los fondos soberanos en las finanzas de EEUU- con la que se vivió en la década de 1879 cuando el Imperio Otomano intento superar su crisis de endeudamiento exterior vendiendo sus ingresos a acreedores extranjeros.
Según las tesis de Ferguson, cuando nos encontramos con esta situación, la caída de un imperio es sólo cuestión de tiempo. De este modo, la situación del Imperio Otomano con grandes créditos concedidos por Francia y Gran Bretaña en el siglo XIX es muy similar a la situación de EEUU con una parte de sus finanzas en manos de los fondos soberanos de países emergentes.
Ferguson también hace un análisis sobre los cuatro pilares del auge de China. A finales de Noviembre, escribió en The Wall Street Journal como la República Popular llevará a cabo una estrategia de crecimiento basada en los “Four Mores”: consumir más, importar más, invertir en el exterior más, e innovar más. Todo esto provocará que China cambie (en realidad lo está haciendo ya) su perfil: de fábrica del mundo a una economía importadora que apoye nuevos mercados como Brasil. Por ejemplo, conviene recordar que desde 2007, China ha superado a Alemania en el registro de nuevas patentes; y su presencia en lugares como América Latina o África está dando mucho que hablar.
La cuestión será ver cómo China trasladara estos factores al predominio geopolítico. Puede que sea de manera pacífica (una buena manera de demostrarlo sería presionando a Corea del Norte para que vuelva a la mesa de negociaciones) o como ha sucedido -con cierta frecuencia, por cierto- de manera agresiva y generando algún tipo de conflicto.
Un comentario en “El dinero hace imperios”