Llevo casi una semana fascinado por toda la historia de Wikileaks. Es cierto que los documentos más que revelar grandes novedades vienen a confirmar las sospechas que ya se tenían sobre abusos en la guerra de Irak. Pero están sirviendo para darnos una buena colleja y despertarnos del letargo que habíamos caído. Las informaciones sobre el conflicto en ese país árabe habían caído en cierta rutina, ya no sentíamos escalofríos con los atentados, y las informaciones que nos daba la Casa Blanca y el Pentágono sobre el éxito del surge y la “retirada” parecían que iban a hacer surgir un nuevo Edén en la antigua Mesopotamia.
Pues bien, se ha visto que en Irak aún queda mucho por hacer. Las tropas de EEUU ya no pelearán más; pero se ha demostrado que las fuerzas iraquíes no están preparadas para asumir el control (tanto por incapacidad como por cierta tendencia a violar los Derechos Humanos); y además tenemos a Irán con ganas de desestabilizar la zona a placer. También me han parecido vergonzosas las actitudes de la Administración Obama poniendo el grito en el cielo por la seguridad de sus tropas y sin decir ni pío por las muertes de civiles.
Pero el trabajo de Wikileaks también me ha gustado por mostrar un nueva manera de hacer periodismo. Este portal ha sido capaz de dictar la agenda, y da cierto placer ver como el todopoderoso gobierno de EEUU tiembla ante las revelaciones presentes y futuras.
Al fin y al cabo los gobiernos han utilizado la mentira para justificar su entrada o manera de actuar en conflictos a lo largo de la Historia: véase el telegrama que originó la guerra Franco Prusiana (había de hacer un homenaje a mi nick); el falso ataque a barcos de EEUU en el Golfo de Tonkin en 1964 que precipitó la intervención en Vietnam; … con una Wikileaks no habríamos tenido que esperar muchos años para conocer la verdad.
Se agradece ver algo así. Por mi trabajo me toca seguir constantemente a los medios, en especial los audiovisuales, y todo parece que se limita a buscar una declaración de unos 15 segundos de un político que quede bien y luego a buscar la réplica de su contrincante. Podrías intercambiar la mayoría de noticias de un informativo a otro, y no pasaría nada.
Nos narcotizan con temas absurdos o nos abruman con informaciones que luego quedan en el olvido. Nunca habíamos tenido tanta información pero cuesta procesarla; cada vez cuesta más encontrar análisis interesantes sobre determinadas cuestiones; por lo menos en la información diaria.
La propia Wikileaks da una cantidad enorme de documentos pero su buscador es una delicia -ya podían aprender las ediciones on line de algunos periódicos-. Esta web ha apostado por un periodismo de filtración en contra de opciones más comodonas de enchufar una alcachofa y esperar.
Otra cosa que me ha gustado y en relación también con lo que acabo de decir ha sido la entrevista en el suplemento Domingo de El País a Julian Assange fundador de Wikileaks. Destaca que parece también los abusos del periodismo: “El mayor abuso es la guerra contada por los periodistas. Periodistas que participan en la creación de guerras a través de su falta de cuestionamiento, su falta de integridad y su cobarde peloteo a las fuentes gubernamentales”. Más o menos lo que os comentaba antes.
Assange destaca los enormes recursos que destinan las Fuerzas Armadas de EEUU en generar contenidos informativos bien masticaditos para que los periodistas hagan informaciones que no molesten a nadie. Por suerte ahí está Wikileaks para tocar las narices.
Por otro lado, y para que piense que se trata de uno más que se apunta a dar palos fáciles a EEUU, también ha desvelado informaciones sobre sectas como la Iglesia de la Cienciología (el propio Assange sufrió de joven este fenómeno, tal y como cuenta en la entrevista), ha informado sobre vertidos de empresas en países del Tercer Mundo como Costa de Marfil. También ha recibido palos por publicar datos que podrían violar la privacidad como las llamadas o sms que se enviaron desde las Torres Gemelas el 11-S, o de los miembros de un partido racista de Gran Bretaña.
Para acabar; y ya que el otro día hablaba con una amiga sobre el uso de citas; voy a referirme a una de George Orwell que viene como anillo al dedo: “En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”.
ENORME Wikileaks.
Gran blog, Canciller!
Gràcies Pescador; i benvingut!!!!
Tremendu Wikileaks, i tremenda la frase de l’Orwell. Més raó que un sant!
Así me gusta Ivanuko,autocrítica,la verdad es que la reiteracion en los medios audiovisuales es cuanto menos aberrante,estan tan contaminados politica y financieramente que
dan ganas de darle al off al minuto.De hecho conmigo lo estan consiguiendo,solo hay un grupo que me supera,ya en sí es un vicio,puta MxxxA!!!
Estamos expuestos a sobreinformacion y en muchos casos dirigida en sus contenidos,así que hay que filtrar más que los mejillones de las rocas de Sant Adriá del Besos,y te hago una pregunta,la sobreinformacion tambien puede ser dirigida,no???
Siempre nos quedara un hombre íntegro como Cebrian para protegernos
http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/1037474/02/09/Cebrian-pide-al-Gobierno-reglas-de-juego-mas-viables-para-que-los-medios-puedan-sobrevivir.html
Cuanto cabron y que poquitas balas..