Este 2013 ha comenzado con Mali como nuevo escenario de máxima tensión en la actualidad internacional. Francia lidera una intervención militar contra Al-Qaeda en el Magreb Islámico que ya ha dejado un rastro muy sangriento con el asalto terrorista en Argelia. Muchos cantaron victoria muy pronto cuando los SEALs mataron a Bin Laden en la operación Neptune Spear, pero se ha confirmado los temores de otros, que las franquicias de la red terrorista islamista han ganado mucho protagonismo.
Parece que la organización madre en Afganistán y Pakistán está bastante debilitada, y ha perdido protagonismo en favor de unos talibanes más activos y con más apoyos locales. Aquí vamos a repasar las nuevas cabezas de la hidra en la que se ha convertido Al-Qaeda:
Al-Qaeda en el Magreb Islámico: la franquicia reina. Son el antiguo Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que se unieron a la red de Bin Laden en 2006. Son los responsables del secuestro de los cooperantes en Mauritania. Tienen una amplia experiencia, que se remonta a la cruenta guerra civil en Argelia en los 90. En 1998 se escindieron del Grupo Islámico Armado (GIA) y continuaron su lucha sangrienta.
Su líder es Abu Musab Abdel Wadoud. Son los que combate en Mali con una precaria alianza con otros grupos islamistas (que no son franquicias): como son Ansar Dine y el Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental (una escisión de la propia AQMI). A esta compleja alianza se habría sumado Mojtar Bel Mojtar, separado también de la rama magrebí de Al-Qaeda, pero que ahora y por los visto en el secuestro en la planta de gas, les vuelve a dar apoyo con la intervención francesa.
AQMI amenaza en sus comunicados a Estados Unidos y a los países europeos con intereses en el Magreb (Francia, España, Reino Unido, Alemania, Italia,…) y han protagonizado numerosos secuestros que han convertido su principal vía de financiación. También obtienen ingresos con el contrabando de armas y drogas, aunque esto habría provocado fricciones entre las facciones más estrictas con el Islam -como el propio Wadoud-, y los que son partidarios de este negocio como Mojtar Bel Mojtar (aunque los fundamentalistas tienen prohibido el consumo de narcóticos).
Aunque la atención mediática les ha llegado con los secuestros de occidentales y con el dominio sobre el norte de Mali, en 2007 (cuando pasaron de ser GSPC a AQMI) realizaron una brutal cadena de atentados en Argelia, donde destaca el ataque simultáneo contra la sede del Tribunal Supremo y la sede del ACNUR con un rastro de 67 muertos. Así como numerosas emboscadas al ejército argelino.
Boko Haram: es una organización fundada en 2002 por el clérigo radical Mohammed Yusuf para instaurar un estado islámico en Nigeria. El nombre del grupo se traduce (algo libremente, si alguien puede afinar se lo agradecería) como “la educación occidental es pecado”. Han destacado por tomar rehenes occidentales en el Delta del Níger y por sus ataques a las comunidades de cristianos nigerianos.
Mohammed Yusuf murió en 2009 cuando había sido detenido por las fuerzas de seguridad en una sangrienta operación en el estado de Bauchi (entonces se hablaba de Boko Haram más como una secta que como un grupo terrorista). La versión oficial explica que fue abatido cuando intentó fugarse, pero muchos cuestionan esta explicación. Ahora le ha sucedido Abubakar Sekaku, una figura misteriosa.
Boko Haram se convirtió en socio de Al-Qaeda (según los expertos occidentales) cuando perpetró un atentado contra una sede de la ONU con 21 muertos en Abuja. A partir de aquí sus acciones se fueron sofisticando, lo que para muchos se hizo gracias a la ayuda de AQMI. Esta alianza fue calificada por el general estadounidense Carter Ham, jefe del AFRICOM (mando militar de EEUU para África), como la principal amenaza para el continente.
Nigeria es uno de los países africanos que más tropas aportarán al contingente que intervendrá en Mali, ya que ve con terror la instauración de un estado islamista, que sería una excelente base para los terroristas. La prensa nigeriana asegura que los miembros de Boko Haram se han entrenado en territorio maliense controlado por los integristas.
Al Shabaab: este grupo islamista surge de la derrota de la Unión de Tribunales Islámicos en diciembre de 2006, tras una intervención militar de Etiopía para apoyar al gobierno de transición somalí (con ayuda de otras naciones africanas y de Estados Unidos). Tras ser expulsados de Mogadiscio, los integristas pasaron a organizar una lucha de guerrillas que añadió más fuego al caos somalí.
Cuentan con un liderazgo descentralizado, y se ha alizado con otros señores de la guerra, atendiendo a la lógica de alianzas de clanes que ha caracterizado al conflicto somalía desde 1992. En febrero de 2008 anunciaron que se aliaban con Al Qaeda, tal y como anunció el propio Ayman Al-Zawahiri. Sus principales atentados han sido contra el gobierno provisional somalí, y las tropas africanas que le dan apoyo.
En 2012 el gobierno somalí apoyado por tropas de Kenia y de la Unión Africana le arrebataron el control de muchas ciudades. Un año antes fueron expulsados de la capital Mogadiscio. Aún y así, controlan zonas rurales, y tienen capacidad para atentar en los núcleos urbanos, como han demostrado periódicamente. Sus militantes se han convertido en uno de los objetivos de los drones estadounidenses. Washington también ayuda a los oponentes de Al Shabab con material militar por valor de 45 millones de dólares.
Estos son los grupos más fuertes. Luego queda por ver el escenario libio. El ataque al consulado de EEUU en Bengasi el 11 de septiembre de 2012, fue reivindicado por el grupo las brigadas del Prisionero Omar Abdul Rahman (con presuntos vinculos con Al-Qaeda, según varias fuentes) o por la milicia islamista de Ansar Al Sharia, un confuso conglomerado salafista, pero que estaría por ver si tienen una alianza formal con la red que fundó Bin Laden.
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En Realpolitik tenéis la primera parte del análisis de las franquicias de Al-Qaeda