La revista Wired en su blog Danger Room publicó a finales de 2012 una peculiar lista de los hombres más peligrosos del planeta. El número uno fue para Qasem Soleimani, el general iraní responsable de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria. Traducción para los que no estén versados en política del país persa, es el responsable de las operaciones encubiertas en el exterior que lleva a cabo la República Islámica.
De entrada no tiene nada que ver con el programa nuclear iraní. Entonces, ¿por qué ha sido elegido como el hombre más peligroso del mundo? Porque Soleimani sería el responsable de dirigir la respuesta “no convencional” ante un ataque contra Irán (y su programa nuclear). Es decir, podría ordenar ataques terroristas contra intereses de Israel -y EEUU si finalmente colabora-. Supongo que esto le puede recordar a más de uno a 2003, cuando se alertaba de los atentados que podía ordenar Sadam Hussein ante la invasión de Irak.
Bueno, quizá se estén exagerando las capacidades iraníes. Pero lo cierto es que el régimen de los ayatolás tienen capacidad de influenciar en la región -por ejemplo con sus “proxies” de Hamas y Hezbollah-, y Soleimani ya ha demostrado que está detrás de estas influencias. La prensa anglosajona se ha fijado en él en numerosas ocasiones, ya que ven en él a un astuto rival que ha puesto en dificultades las estrategias de EEUU en Oriente Medio.
Por ejemplo, el mando de la Fuerza Al Quds es el encargado de coordinar la ayuda iraní al régimen de Al Assad contra el Ejército Libre de Siria. Se trata de un veterano de la guerra Irán-Iraq. También puso contra las cuerdas a EEUU en Mesopotamia, al controlar las milicias chiítas del Ejército del Mahdi. El propio David Petraeus recordaba cómo se atrevió a desafiarle durante su época al frente de las tropas estadounidenses en territorio iraquí (primavera de 2008). El ex director de la CIA describió a Suleimani como una figura “verdaderamente maléfica” en una carta al entonces Secretario de Defensa, Robert Gates. La influencia de este general se extendería a buena parte de los políticos chiítas de Irak, muchos muy cercanos al primer ministro Al Maliki.

Soleimani está en la lista de personalidades del régimen de Teherán que han quedado bajo algún tipo de sanción de Naciones Unidas. Washington le responsabiliza de aquel extraño complot para asesinar al embajador saudí en EEUU. También habría ordenado las acciones terroristas contra intereses israelíes en India, Tailandia o Azerbaiyán. Haaretz apunta que es el responsable del atentado en Buenos Aires contra un centro cultural judío (85 muertos) en 1994.
Su porte calmado pero con un halo de misterio, y su uniforme de general de la Guardia Revolucionaria ayudan a dibujar su imagen de malvado de película. Curiosamente, la inteligencia occidental lo ve como un pragmático. Tras los atentados del 11-S, se mostró partidario de colaborar con EEUU contra los talibanes (rivales de Teherán). Incluso aplaudió la caída del viejo enemigo, Sadam Hussein. Pero cuando George Bush decidió establecer una larga ocupación en Irak, Teherán vio que era un obstáculo para extender su influencia en un país mayoritariamente chiíta, y comenzó a entrenar y armar a grupos insurgentes de esta confesión.
Tampoco ha faltado quien lo ha querido ver como el futuro presidente iraní en los comicios del mes de junio de 2013 (Ahmadineyad no puede presentarse para un tercer mandato). Aunque para algunos Suleimani es de esos que no quieren inmiscuirse en la pugna política en el seno del régimen de los ayatolás y disfruta de su (enorme) cuota de poder al frente de la Fuerza Al Quds.
Reblogged this on Tras las huellas de Heródoto and commented:
Nueva entrada en Realpolitik, la revista Wired ha nombrado a este general el hombre más peligroso del mundo. Descubre aquí por qué.
Interesantísimo, como siempre.
Gracias Iván.
Gracias, me alegro que te haya gustado