El ex senador Chuck Hagel es el hombre escogido por el Presidente Barack Obama para ser el Secretario de Defensa durante este mandato. El nuevo responsable del Pentágono es un político peculiar, republicano, veterano de Vietnam -el primero que llega a este cargo-, con un marcado perfil propio (algo que llama la atención en una España encorsetada en las disciplinas de voto) y en su momento se opuso a las directrices que intentaba marcar George W. Bush. Sus detractores no han tardado en advertir que no es un gran amigo de Israel, y se ha mostrado «suave» con los iraníes, en unos momentos en los que podría decidirse llevar a cabo o no una acción armada contra la República Islámica.

Hagel ha sido criticado por su cuestionar a Israel y al lobby judío. En el caso iraní, el pasado mes de diciembre cuando su nombre empezaba a sonar en las quinielas para ser Secretario de Defensa, el Washington Post definió su postura sobre el país persa como “ambigua”. En 2005 el senador apostaba claramente por un acercamiento a través del diálogo, incluso en una ocasión en Foreign Affairs comparó unas hipotéticas negociaciones con Teherán con el éxito alcanzado con Libia para que abandonara su programa nuclear (aunque alguien un poco perverso puede decir que Gadafi y Sadam abandonaron sus planes de armas de destrucción masiva y ya no está en el poder, mientras que iraníes y norcoreanos que han seguido adelante no han tenido un cambio de régimen).
En este sentido, también criticó el tono belicista de la Administración Bush sobre el programa nuclear iraní. También se mostró escéptico sobre la utilidad de las sanciones para poner fin al programa nuclear iraní. Aunque el pasado mes de septiembre endureció un poco su lenguaje respecto a Irán en un artículo en el Washington Post:
War with Iran is not inevitable, but U.S national security would be seriously threatened by a nuclear-armed Iran. … Our position is fully consistent with the policy of presidents for more than a decade of keeping all options on the table, including the use of military force, thereby increasing pressure on Iran while working toward a political solution. Since the consequences of a military attack are so significant for U.S. interests, we seek to ensure that the spectrum of objectives, as well as potential consequences, is understood
Para Hagel, Irán también debería ser incluido en las negociaciones sobre el futuro de Afganistán. Una herejía para algunos, que ven con preocupación las maniobras de Teherán en el país centroasiático.
Qué hay de su poca simpatía por Israel? Seguramente más de uno querrá ver una nueva apuesta de Obama para alejarse de Benjamin Netanyahu. La relación tirante entre los mandatarios no es ningún secreto. Pero esto no quiere decir que Estados Unidos vaya a abandonar definitivamente a su viejo aliado. Al fin y al cabo, y pese a los ataques que ha recibido, Hagel ha votado en múltiples ocasiones a favor de ventas de armas a los israelíes.
Irán puede ser la cuestión clave de este mandato, de hecho, puede ser la gran cuestión en la política internacional este 2013 como ya expliqué hace unos pocos posts. Más que un desplante a Israel, la apuesta de Obama por Hagel debe interpretarse como signo de que sigue apostando por la diplomacia y no hace un giro de halcón. Tampoco habrá que perder ojo a qué hace Teherán una vez se celebren las elecciones el próximo verano, al fin y al cabo está en su mano demostrar la buena o mala voluntad sobre el programa nuclear.
Para acabar, me gustaría recordar esta cita suya en relación a Israel, los países árabes y las postura de Estados Unidos:
«The United States will remain committed to defending Israel. Our relationship with Israel is a special and historic one. But it need not and cannot be at the expense of our Arab and Muslim relationships. That is an irresponsible and dangerous false choice».
Tampoco tiene desperdicio ésta que valdría para Irán:
«The worst thing we can do, the most dangerous thing we can do i continue to isolate nations, is to continue to no engage nations, Great power engage.»
Aquí tenéis otras ocho frases que ha publicado Foreign Policy y que ayudarán a conocer mejor al personaje.