¿Qué se esconde tras la ayuda humanitaria a Pakistán?

El otro día escuché a Jordi Vaquer, director del CIDOB, exponer una tesis interesante en la tertulia de El Mön a RAC1. Decía que con la ayuda humanitaria a Pakistán se podría ver una competencia curiosa entre EEUU y Arabia Saudi. Se trataría de una especie de carrera por demostrar quién es el mejor benefactor para las víctimas y obtener más influencia en el país.

Por un lado, la Casa Blanca se quitaría la mala imagen de haber apoyado a la dictadura de Musharraf por intereses en la Guerra contra el Terrorismo, y se presentarían también como amigos del pueblo pakistaní. Por otro lado, los saudíes aprovecharían la ocasión para hacer proselitismo religioso, en su papel de financiadores del Islam ortodoxo.

Bien, con estos planteamientos está claro que tras la ayuda humanitaria hay poco de desinteresado; y los intereses de las distintas potencias también influyen en estas decisiones a primera vista altruistas. Y al escuchar la mencionada tertulia recordé una noticia que leí hace un tiempo en la web de Project Censored, sobre cómo EEUU había aprovechado el envío de material humanitario y de equipos de rescate durante el tsunami en el Sudeste asiático para ganar posiciones y establecerse en puntos tan estratégicos como Singapur o el Estrecho de Malaca.

También me ha llamado la atención el papel de otras potencias asiáticas con la tragedia en Pakistán. Por un lado, la tibia respuesta de China, tradicional aliado de Pakistán con una ayuda algo escasa. Por otro, el anuncio de la ayuda India (unos 5 millones de euros). Aunque parece que en este caso, no va a tener los efectos balsámicos que hubo en el caso de los terremotos en Grecia y Turquía en 1999 y la ayuda recíproca que se prestaron ambos estados.

Tampoco es desdeñable la campaña de imagen que ha hecho el ejército de EEUU prestando sus helicópteros en Afganistán para rescatar a víctimas de las inundaciones, un giro a su posición tan comprometida en los últimos meses por los numerosos errores que han matado a decenas de civiles afganos.

Desde luego, está claro que no hay que ser ingenuo y que tras las “ayudas humanitarias” hay mucho más. Es curioso que en el caso de Pakistán se esté hablando tanto, por ejemplo en el caso del tsunami no se comentó tanto en los medios convencionales que el despliegue militar norteamericano buscaba algo más; aquí en cambio abundan las noticias sobre los problemas que presenta el auxilio. Asimismo las opiniones también son variadas: ”Pakistán es un país antipático”, “que no se lo gasten en armamento nuclear”, “el dinero irá para los talibanes”, ….

4 comentarios en “¿Qué se esconde tras la ayuda humanitaria a Pakistán?

  1. Quina alegria m’ha fet assabentar-me que tens nou blog (que em servirà per ser una mica menys inculta en aquestes qüestions geopolítiques que tant t’agraden). M’he quedt amb la boca oberta amb el mapa de tropes US fora de les seves fronteres. Expliqui per què n’hi ha tantes a les Espanyes!!

  2. Oh!
    Merci Musaranya per ser la debutant en els comentaris del meu blog. Benvinguda! I la teva petició serà tinguda en compte.

  3. no se que s’amaga darrera les ajudes «humanitaries», però pel poc que vaig poder visitar del Pakistan l’any passat, vaig veure un pais molt allunyat del que ens arriba per la tele…varem trobar gent maquísima però que mai no viuran en democràcia, i encara menys una democracia imposada per un pais extranger. Allí, fora de la ciutat, la gent de les valls que fan frontera amb Afganistan o Xina, s’organitzen tradicionalment escollint un cap de la vall que parla i representa la seva vall davant els altres caps, aixi de simple, i no per això son terroristes ni res del que ens diuen. Per altra banda, la carretera que uneix Xina i Pakistan, la carreetera internacional mes alta del mon, està sent reconstruida pel govern xines, amb milers de treballadors xinesos: objectiu clar, fer entrar la mercaderia xinesa de forma mes directa dins del pais vei. Aquesta es la seva ajuda: jo ho construeixo amb els teus diners i despres t’inundo el mercat amb els meus productes. No cal dir que al llarg de tota la carretera estava inundada de cartells elogian la bondad dels xinesos.
    PD: Bismark, m’agrada aquest blog.

  4. Vamos,que los chinos han hecho como con Pujol,pero aqui en vez de hacernos una carretera,les pagaron a Jordi y sus colegas unos billetes de avion y les compraron chupachups como a los niños,jajajaja,
    de donde coño vendra la frase «engañar como a un chino» porque va a ser que no…

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